INSTITUTO DE INVESTIGACION BIBLICA DE LA IGLESIA ADVENTISTA DEL SEPTIMO DIA DISTRITO VILLA ADELA

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viernes, 10 de marzo de 2017

2017-1T.L10 El Espíritu Santo, la Palabra y la oración

Descarga el resumen de la Lección en formato Word aquí: Leccion 10 El Espíritu Santo, la Palabra y la oración


Descarga el resumen del Año Biblico en formato  Word aqui: Tema 63 Si Dios no edifica... (Sal. 126 al 132)



1T-Lección 10: Para el 11 de marzo de 2017
                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                       
EL ESPÍRITU SANTO, LA PALABRA Y LA ORACIÓN
Texto clave: Rom. 8:26-27
               
I. ¡MOTIVA!:            Actividades iníciales.

Pregunta para dialogar: ¿Qué relación existe entre la oración, el estudio de la Biblia y el derramamiento del Espíritu?
Ilustración: “Los que están confusos a causa de la tentación, acudan a Dios en oración... Perseverad en oración, y velad sin dudar, y el Espíritu Santo obrará en el instrumento humano, sometiendo el corazón y la mente a los principios correctos (Id., 19-9-1895)” (A fin de conocerle, 279)
Resumen: Veremos en la lección que orar es acercarse a Dios como un amigo, que podemos pedirle al Señor cosas convenientes y creer que Él nos responde.
II. ¡EXPLORA!:              


1.     LA ORACION
A)    ¿Qué es orar?
1.     A veces pensamos que orar es pedir solo para satisfacer nuestros deseos personales.
2.     Sin embargo orar es querer estar como con un amigo, es querer estar cerca de Dios y como a un amigo contarle todo lo que nos sucede, es desear estar en su compañía y compartir con El nuestras alegrías, tristezas, pruebas y necesidades.
3.     A nuestros amigos podemos contarles los que nos sucede y como amigos ellos atenderán nuestras necesidades tratando de ayudarnos, Dios también está dispuesto a escucharnos como un amigo y ayudarnos; “Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho.” (Juan 15:7)
4.     “Orar es el acto de abrir nuestro corazón a Dios como a un amigo. No es que se necesite esto para que Dios sepa lo que somos, sino a fin de capacitarnos para recibirle. La oración no baja a Dios hacia nosotros, antes bien nos eleva a Él” (CC 93).
B)    ¿Qué sucede cuando pedimos en oración?
1.     Revelamos nuestros deseos y expresamos nuestra confianza en Dios.
2.     Nos acercamos a él, en quien buscamos apoyo y ayuda.
3.     También le damos permiso públicamente para estar activo en nuestro favor.
C)    ¿Cuáles son los fundamentos de la oración Bíblica?
1.     Pedir:
a)     Podemos pedir cualquier cosa que esté acorde con la voluntad de Dios;
                                                              i.        Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá.” (Mat 7:7)
                                                             ii.        “Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho.” (1Jn 5:14)
b)     Al pedir al Señor sin embargo, debemos ser obedientes a sus mandatos, por ejemplo si yo pido al Señor ayuda económica, pero no estoy devolviendo mis diezmos el Señor no me puede responder, a veces lo hará por misericordia pero de nuestra parte debe existir la obediencia; “Si en mi corazón hubiese yo mirado a la iniquidad, El Señor no me habría escuchado.” (Sal 66:18) “Todos sus dones son prometidos a condición de la obediencia” (PVGM 111).
2.     Creer:
a)     Una de las condiciones es ser obedientes a sus mandatos como ya vimos, la otra es creer que recibiremos lo pedido; “Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá.” (Mar 11:24)
b)     Después de pedirle al Señor como a un amigo debemos tener la certeza de que recibiremos lo pedido, si dudamos, no pensemos en recibirlo: Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra. No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor. El hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos.” (Stg 1:6-8)
3.     Reclamar las promesas de Dios:
a)     Como vimos podemos pedir al Señor y luego de pedir creer y la forma de creer es agradecer por lo que sabemos que recibiremos, “podemos pedir […] cualquier don que él haya prometido; luego tenemos que creer para recibir y dar gracias a Dios por lo que hemos recibido” (Ed 233).
b)     Por ejemplo:
                                                              i.        “En Juan 11:39-41, leemos que Jesús agradeció al Padre, por adelantado, que resucitaría a Lázaro, aun cuando Lázaro todavía estaba en la tumba” (Hasel, 117)
                                                             ii.        “En Lucas 8:11 Jesús compara la Palabra de Dios con una semilla. Del mismo modo en que el manzano entero está contenido en una semilla de manzana, el don de Dios está contenido en sus promesas. Cuando reclamamos la promesa y agradecemos a Dios por recibirla, ya poseemos el don que él ha prometido. Recibimos el don prometido por fe aún antes de poder sentirla ni verla” (Hasel, 117)

2.     EL ESPIRITU SANTO NOS UNE CON CRISTO
A)    Podemos pedir al Señor, como ya vimos cualquier cosa de acuerdo con su santa voluntad, pero la mayor necesidad que tenemos es la guía y la dirección del Espíritu Santo, por lo tanto debemos pedir su presencia en nuestra vida; “Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo, de quien toma nombre toda familia en los cielos y en la tierra, para que os dé, conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu (Efesios 3:14-16)
B)    Para poder recibir este maravilloso don primero tenemos que arrepentirnos; “Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.” (Hech. 2:38) “El Padre celestial está más dispuesto a dar el Espíritu Santo a los que se lo piden, que los padres terrenales a dar buenas dádivas a sus hijos” (RP 286).

III. ¡APLICA!:

¿Has pedido al Padre en oración el don del Espíritu Santo en tu vida?

IV. ¡CREA!:

Con la clase: Invita a orar esta semana para recibir el don del Espíritu Santo.

V. RESUMEN

“Aconteció que estaba Jesús orando en un lugar, y cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: Señor, enséñanos a orar, como también Juan enseñó a sus discípulos”.  (Luc. 11: 1). Jesús enseñó a orar a sus discípulos, y a menudo les hacía ver la necesidad de orar.  No les ordenó que estudiaran libros para aprender a orar.  No debían orar para los hombres, sino que debían presentar sus peticiones a Dios.  Les enseñó que la oración que Dios acepta es la petición sencilla y ferviente que procede del alma que experimenta su necesidad; y les prometió enviar el Espíritu Santo para que él redactara sus oraciones.” (A fin de conocerle, 263) Que Dios te bendiga.
               
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